Desearía a veces encontrarte
cual sin pensar, de pronto en derredor.
Aquí o allá; de noche o al albor.
¡De tantas cosas yo, podría hablarte!
Quiero salir de mí, para buscarte.
Sin tregua recorrer mi alrededor
y todo el horizonte ò aún mejor:
por cielo y los astros, hasta hallarte.
Siento al fin que es inútil mi cansancio.
Si entreveo tus huellas, ya te has ido.
Si creo me acerqué, más me distancio.
¡Pero qué iluso; si en mi mismo centro
morabas esperando, sin quejido!
¡Y qué gozo que estés de mí tan dentro!.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario