Trae a Juanita,
Esa niña que no soporta el vértigo
se cuela en la mirada,
entra con su manojo de flores
especialmente recogido en el bosque del espeso sentir;
esa que alborota la entraña
y con su dulce cantar
apacigua las fieras del bosque.
Mira hacia dentro,
busca en tus rincones
re quiero jugar con ella,
estoy en apuros con Philos y Eros,
reproducen inteferencia bicolor
distorsionando la esencia de la imagen,
necesitamos frecuentar el rincon del arcoiris:
animaremos este pasaje.
Dentro
Anheladas sensaciones de venerable complicidad
incitan a explorar cavernas que podemos disfrutar,
no habitar,
se confunde al resplandor
con posible inestabilidad.
Sin fusión = confusión
Desenfreno disfrazado,
casi olvidado.
Euforia;
moral serpenteada para mundos en reflexión,
¿se reflejarán?, antojos de tierna intensión
maraña intempestiva de recetas desconocidas,
en apariencia incompatibles,
muy compasibles.